Tal vez el tacto
no tiene intenciones de pasar tiempo con la mayoría de nosotros, no gusta de
acercarse al incauto. En sentido más llano, ciertas acciones cotidianas a
menudo conllevan poco tacto y nos presentan como imprudentes en potencia.
El desconcierto se ve propiciado por el
contexto, el ambiente y las personas. Cuidar nuestros ánimos, el
comportamiento, la gesticulación, los modales, los impulsos conlleva de tacto.
Me propuse hacer una lista reducida de
recientes anécdotas que conllevaron poco tacto, mejor un ejemplo que cien
teorías, aquí vamos:
1.
Tomarse
una foto con disimulo – Una chica en un velorio o conmemoración de los 9 días
del fallecido.
2.
Jugar
con el celular a todo volumen (al máximo ehhhhh, el juego más escandaloso) – La
secretaria de un consultorio médico, mientras atiende las consultas.
3.
Llamar
a un familiar los 15 y 30 (días comunes de cobro de nomina en RD) y solicitarle
dinero para x necesidad o apuro. – Una tía del contactado.
4.
Contactar
con el dinero de ahorros del otro sin haber cuestionado la disposición del
propietario. Padre a un hijo.
5.
Ir a
la habitación de alguien sin tocar, sin permiso, sin que nunca, nunca te hayan
invitado a pasar. –La vecina. {Este ejemplo es muy clásico en los barrios,
algunos cuentan que de da ganas de esperar en cueros a ver si se avergüenza la
vecina y recapacita; personalmente lo considero medida extrema, aunque también
se cuenta que funciona porque funciona!}.
6.
Ir de
visita por primera vez a una casa, preguntar si te guardaron cena mientras te
diriges a la nevera sin autorización. – Un compañero de clase
7.
Detener
a los empleados cuando ya tienen todo puesto y se encaminan a la salida,
preguntarle por pendientes o rendimiento de estatus– El bendito jefe o
supervisor inmediato.
8.
Pícaramente
sostener una conversación telefónica en medio de una clase. Salir para terminar
la interesante llamada y retornar a despedirse en plena aula; la despedida se
prolonga y aumentan las risitas del tipo ya saben (hablo con un amiguito que me
atrae). Una profesora mientras imparte docencia.
9.
Ajustarle
o componer algo mal puesto en la ropa de alguien (una manga doblada por
ejemplo). Entre colegas trabajo de géneros distintos. {Recordar que el espacio
personal y la proximidad son muy delicados cuando no existe confianza o estamos
en público; esto llama mucho la atención y en verdad deja en shock, con dudas
de si era verdad o no lo que arreglaste. Mejor con respeto indicar: arregla tal
cosa y que lo haga la misma persona.
Que dicen ustedes de estos ejemplos??
Sin duda la
prudencia nos pone un moño, nos convierte en regalos bien empacados para los
demás. En cambio la imprudencia, y/o falta de tacto nos proyecta como inmaduros
y desconcierta al más enamorado.