sábado, 28 de diciembre de 2013

Vive, sonríe




Aprender, colorear, cortar en trocitos y maniobrar algo nuevo

Aventurarse a lo desconocido y conocerlo

Conquistar nuestros dones y donarlos a la vida

Tintar con alegría los caminos y senderos

Impregnar en la piel el sabor de un te quiero

Terminar, empezar y levantarse de nuevo

Vivir el frio, el calor, cálido fuego

Andar sin prisa aun con ímpetu

Vivir las maravillas de lo sensatamente insensato

Comunicarse en otro idioma, hablado o no

Remediar los imprevistos

Brincar en un pie o en una pata como suelo decir

Oler, tocar, sonreír

Aportar definiciones a las palabras ya definidas

Quitarse el vestido del miedo y vestirse con arrojo

Permitirse llorar y si es de felicidad mejor

Trepar las montañas de los días y gritar soy más fuerte, pude hacerlo

Amarrar la timidez en un palo y olvidar el camino de regreso

Escuchar más de lo que hablamos

Divisar nuestros sueños y traerlos al presente

Contar estrellas, nuevas ideas, proyectos nuevos, nunca el dinero

Cantar y bailar

Reírse del tiempo

Aprender a esperar mientras actúas y te preparas

Elevarse los pensamientos que involucran el + y restar lo que tengan el -

Despertar temprano para aprovechar el tiempo

Despertar tarde cansado de aprovecharlo en demasía ciertas veces

Atesorar los seres queridos

Degustar un banquete de amabilidad y engordar con este
Enarbolar la bandera de la libertad
Aportar a la vida, lo mejor de nosotros, no se aceptan medios términos

Y descubir el límite para romperlo.



Vive, sonríe y luego vive y sonríe de nuevo.


martes, 22 de octubre de 2013

Sobre Tirar la Toalla en la Ofi


Mantener una buena imagen profesional es una carta a nuestro favor. Muchas cositas de leves a moderadas pueden afectarla: Hablar de más, no saber resumir la información,  promover el chisme, la indiscreción, dedicarse a actividades de ocio en horarios laborales... Y uno que dice mucho no solo de nuestra calidad profesional, sino personal: Tirar la Toalla en un chasquido de dedos, es decir darse por vencido en lo que canta un gallo.

Cuando se tira la toalla evidentemente rápido:

  • Si no  leemos detenidamente las situaciones que nos remiten y pasamos a preguntarle al compañero de inmediato
  • Si no analizamos los problemas que nos asignan, las cosas que nos llegan
  • Si no tenemos un espíritu de apertura y en pro de la solución
  • Si no se busca la manera de aclarar ambigüedades o solicitar información faltante antes de delegar en otro la responsabilidad o decir de esto no sé yo :/

Cabe resaltar que tirar la toalla no es un problema, estamos rodeados de personas que pueden ayudarnos a recogerla. El problema es que la gente se cansa de pasarnos esa toalla, una, otra y otra vez. Indiscutiblemente la gente prefiere colaboradores y reconoce como bien visto la ayuda oportuna.

Como empleado, creo que todos debemos tener disposición para asumir las responsabilidades de nuestra labor y buscar la manera de lograr los objetivos de nuestros clientes (internos o externos) y los objetivos nuestros.

Tampoco escatimar esfuerzos para preguntar, aclarar, probar alternativas, sugerir soluciones o caminos que pudieran aportar. Es así, la gente quiere ver que uno está trabajando y haciendo su esfuerzo (o no sé realmente si es la gente o yo jajjaja). Así, cuando tiramos la toalla es más fácil que nos ayuden, no es una ayuda desde cero o totalmente delegada a otro :D

Amigo no tires la toalla, estate atento para cargarla y resolver: D


domingo, 15 de septiembre de 2013

El tacto se ha sublevado y no quiere acompañarnos


Tal vez el tacto no tiene intenciones de pasar tiempo con la mayoría de nosotros, no gusta de acercarse al incauto. En sentido más llano, ciertas acciones cotidianas a menudo conllevan poco tacto y nos presentan como imprudentes en potencia.

El desconcierto se ve propiciado por el contexto, el ambiente y las personas. Cuidar nuestros ánimos, el comportamiento, la gesticulación, los modales, los impulsos conlleva de tacto.

Me propuse hacer una lista reducida de recientes anécdotas que conllevaron poco tacto, mejor un ejemplo que cien teorías, aquí vamos:

1.       Tomarse una foto con disimulo – Una chica en un velorio o conmemoración de los 9 días del fallecido.
2.       Jugar con el celular a todo volumen (al máximo ehhhhh, el juego más escandaloso) – La secretaria de un consultorio médico, mientras atiende las consultas.
3.       Llamar a un familiar los 15 y 30 (días comunes de cobro de nomina en RD) y solicitarle dinero para x necesidad o apuro. – Una tía del contactado.
4.       Contactar con el dinero de ahorros del otro sin haber cuestionado la disposición del propietario. Padre a un hijo.
5.       Ir a la habitación de alguien sin tocar, sin permiso, sin que nunca, nunca te hayan invitado a pasar. –La vecina. {Este ejemplo es muy clásico en los barrios, algunos cuentan que de da ganas de esperar en cueros a ver si se avergüenza la vecina y recapacita; personalmente lo considero medida extrema, aunque también se cuenta que funciona porque funciona!}.
6.       Ir de visita por primera vez a una casa, preguntar si te guardaron cena mientras te diriges a la nevera sin autorización. – Un compañero de clase
7.       Detener a los empleados cuando ya tienen todo puesto y se encaminan a la salida, preguntarle por pendientes o rendimiento de estatus– El bendito jefe o supervisor inmediato.
8.       Pícaramente sostener una conversación telefónica en medio de una clase. Salir para terminar la interesante llamada y retornar a despedirse en plena aula; la despedida se prolonga y aumentan las risitas del tipo ya saben (hablo con un amiguito que me atrae). Una profesora mientras imparte docencia.
9.       Ajustarle o componer algo mal puesto en la ropa de alguien (una manga doblada por ejemplo). Entre colegas trabajo de géneros distintos. {Recordar que el espacio personal y la proximidad son muy delicados cuando no existe confianza o estamos en público; esto llama mucho la atención y en verdad deja en shock, con dudas de si era verdad o no lo que arreglaste. Mejor con respeto indicar: arregla tal cosa y que lo haga la misma persona.

Que dicen ustedes de estos ejemplos??

Sin duda la prudencia nos pone un moño, nos convierte en regalos bien empacados para los demás. En cambio la imprudencia, y/o falta de tacto nos proyecta como inmaduros y desconcierta al más enamorado.

lunes, 26 de agosto de 2013

Complejos





 A lo largo de mi vida, he tenido complejos, quejas e inseguridades de mi apariencia y mi forma de interactuar conmigo misma o los demás.

Estuve viendo el tema sábado pasado con una de mis amigas. Tenía varias cosas que no me gustaban o me preocupaban al vestir; de manera que, escogía mis prendas adecuadamente para ocultar estas imperfecciones,  por ejemplo manchas en mis piernas.

Un día me decidí a usar falda, luego otro y otro... Ya no recuerdo la última vez que me sentí mal por mis piernas :D Como resultado he encontrado varios piropos y nadie nunca ha dicho nada sobre las manchas. Estaba en mi cabeza?? No del todo, pero darle demasiada importancia sí.

Hay miles de complejos, los cuales en mayor o menor medida dificultan nuestra calidad de vida y promueven inseguridades o preocupaciones sin sentido.

No es que no se haga algo para mejorar algún aspecto de nuestra persona que nos preocupe, es que se vaya realizando mientras disfrutamos lo que tenemos. Po otra parte, podemos sin duda, resaltar nuestros atributos y ser lindos con lo que tenemos.

Cuando estamos cómodos con nuestra imagen y nuestro proceder, somos más seguros y amables y eso irradia belleza que nos acerca a los otros.

Hay que estar tranquilos, hay que amarse, vivir una vida sana y valorar nuestros dones. Es vano preocuparse por una mancha que tengo en un brazo o una pierna, cuando hay tantos que no pueden caminar o tocar. La perspectiva lo es todo, ya deja que pasen a la historia tus complejos, recuerda que no hay nadie como tú.