Comúnmente se
conoce el patrón de vida: inocencia, adolescencia, gozar la vida y luego
arrimarse a la serenidad (caer en la estabilidad, después de tanto andar y
andar).
Si vivir estables
es al fin al cabo la meta, por qué no asumirla antes que la etapa de dar
riendas a las pruebas, las parrandas y demás? Alguien me dijo, será por
orgullo, por ese querer sentirse libre y decidir qué vivir sumando el dónde vivirlo. También recomiendan disfrutar esa etapa porque luego sentimos que debimos hacerlo (esto
ya otro tema, porque siempre hay un debimos si así nos lo proponemos).
Yo pienso que
esto es solo una prueba de que somos insaciables, que muchas cosas cansan con
el pasar del tiempo, donde la magia se va donde huela mas y nos desprecia sin
piedad.
Cómo encontrar
ese algo que interese nuestros sentidos eternamente? Cómo si un proyecto deja
de ser emocionante? Un estilo de vida, que antes nos hacia palpitar, hoy yace
en pedazos ciertamente?
No es que yo esté
desencantada de los días, es que veo que muchas cosas de hoy aportan su chispa
y mañana esta se apaga, entonces vamos por más, más y más -Claro está, mirándolo
desde el contexto de la monotonía-.
Esto no pasa
cuando disfrutamos en verdad alguna cosa?? Cuando somos plenos por esta?? Puede
que sí, pero tal vez sea muy pronto para tildarlo como eterno.
Sin embargo, sigo
buscando, aunque insaciable miraré en pos de mis sueños.
No hay comentarios:
Publicar un comentario