domingo, 24 de marzo de 2013

Hacer más, vacilar menos

Bañarme o no bañarme?  
En la simpleza del momento sentí mi piel seca y mi olor acostumbrado un tanto en desacuerdo con lo placentero. 5 Segundos para decidirme e ir por el gorro de baño, otros 10 segundos y tomar la toalla... luego baño. Aquí estoy con aroma a vainilla de mi nuevo gel de baño y los dientes relucientes.
 
Que fácil fue tomar esa decisión. La idea de esto es, no es que sea difícil decir bañarse ni que haya que pensárselo mucho para hacerlo (bañarme o no bañarme ese es el dilema :X), más bien, que el decir hacer o no alguna cosa provechosa debe ser así de simple.

Pararse de la cama, limpiar la casa, hacer aquella visita postergada a ese enfermo, pedir perdón a tu tío por haberle ofendido, Tomar los tenis e iniciar el deporte... tantas cosas edificadoras y que no son tan difícil hacerlas cuando nos damos cuenta de que ya las hemos hecho.

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