Imagina que te toma de la mano la alegría y te lleva hasta la ciudad que conjuga lo armónico, envolvente, tierno, suave, lo que no se acaba ni se puede comprar, inconfundible, que calaría un espirito dispuesto.
De su mano fui guiada, su cálida frescura acorta el estrés, olvida los puntos que yacen dispares y solo existen sonrisas en esa ciudad.
En esa ciudad, un paseo, pero que no se quede solo en eso. Más que un día, más que un momento, más que un instante, preparo mi equipaje, allí quiero vivir.
Imagina que solo depende de ti, porque cada segundo esa invitación nos llega entre líneas, en un principio en letras visibles con microscópio, pero al aceptarla le resulta más evidente a nuestros ojos.
Nuestra amiga sonriente nos da la llave para admirar la belleza en cada detalle, contar nuestros dones, patentar los sueños, embriagarnos de amor y caer en cuenta que cambiar el aire depente de ti:
"cambiar el aire depende de ti." No fue hasta llegar al último párrafo que me lleve la frase que me envolverá todo el día de hoy, este será para mí el pensamiento que cambiara las horas por venir, será la oración que me recordará que puedo llegar tan lejos como quiera, tan lejos como abarca mi fe, y que solo me limita lo que pueda creer. Gracias por compartirlo.
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