Malvados Impulsos

¿Quién no ha estado en un momento en el que dice ahora o nunca? Muchas veces es recomendable tomar la situación como si fuera hecha a nuestra medida, agarrar el toro por los cuernos como dicen, pero y si el toro es demasiado bravo y no alcanzamos a dominarlo? Eso es lo último en lo que pensamos en cuanto somos dominados por los impulsos.

Es normal que en cierto momento el actuar predomine y el pensar pase a un segundo plano. Pero hemos de adiestrarnos con miras a que el actuar se haga solo cuando se debe y no seamos presos de nuestro incontrolado lanzamiento estrella (estrella más por el golpetazo que podemos darnos).

Un hombre que no es capaz de mantener la cordura tiene todas las de perder, puede echar por la borda reputación, negocios, salud, buenas relaciones….

4 Ejemplos de Impulsos que nos pueden dejar mal parados:

1.      Gula

2.      Lujuria

3.      Hablar sin filtros

4.      Ira

Una que otra vez tal vez hemos tocado uno de estos cuatro puntos, seguramente no nos fue tan mal, pero otras si que se arrepiente uno, por ejemplo si herimos a un amigo por hablar de más, y peor si es enfrente de mucha gente.

Ninguno está exento de ser tentado o de no poder contener las emociones, sin embargo hay un punto en el que debemos coordinar esto con el raciocinio. Ser rápidos pa’ pensar en las consecuencias, aunque sea solo en una y de ahí, ver si conviene seguir adelante.

Guardemos en nuestra mente bien al alcance las veces en que hemos sido impulsivos y su correspondiente resultado, así cuando se presente algo similar se detona la bomba: mejor no me lanzo porque en tal situación no he quedado bien parado.

Pero tampoco analicemos tooooooooooodo que la vida pierde encanto cuando pensamos tanto. Lo dice una que analiza y analiza!

Finalmente quedarse con esta frase: Mejor es el que tarda en airarse que el valiente, y el que gobierna su espíritu que el que toma una ciudad. Proverbios 16.32